28 noviembre 2008

Quintus Valerius Chrissipus Macrobio

Estoy escribiendo una novela histórica chafa chafa llamada Quinto Valerio Crisipo Macrobio. Es una historia de aventuras de un espía romano, pero creo que estoy diciendo muchas barbaridades. Por eso ayer gasté un dineral en libros: para dar cuentas de mis actos literarios.
El caso es que cuando cierto profesor me hace enojar, a Valerio le pasan tremendas calamidades, hace estupideces que su sapientísimo esclavo Marcio le echa en cara y los germanos los apresan. Pero cuando lo quiero, a Valerio le va siempre muy bien, descubre conspiraciones de emperadores usurpadores y salva al Imperio de horroríficos peligros... y, por supuesto, todas sus mujeres lo aman y lo extrañan. Y, aún más, aparecen nuevas mujeres. Por ejemplo: en este capítulo conoce a una goda de extraño nombre U. (Me acabo de dar cuenta: es una especie de 007... ¿cómo le llamarían, el ΩΩΓ?)
Y bueno. Es mi Valerio de plastilina y hago con él lo que quiera. Es una novelucha rosa, un triller obvio, una historia histórica llena de garrafales impresiciones históricas. Está chafísima. Pero me encanta.
Y ya.
La esponjis.



PD: Obviamente Valerio tiene el cabello oscuro, chino, los ojos grandes las cejas arqueadas, la estatura enorme y la piel apiñonada: obvio, así, segurito que así era San Agustín... y pues no puedo hacer una historia con un hombre que sea diferente a mi mero santo patrono. De todos modos es el único periodo histórico que domino... sí chucha, dominas... claro... por eso te haces bolas entre si valentiniano IX o no sales de ponerle a todos los personajes Alipio y hacerlos vivir en Madaura Hipona y Tagaste.

Es una especie de espia-embajador del Emperador Valentiniano II (lo cual no esperen que tenga ninguna consistencia histórica, por favor). Tiene una pequeña villa en Numidia, probablemente cerca de Madaura (no te digo... prometo leer de geografía) y una mujer jovencísima de ya 15 años, muy normal en aquellos tiempos. El caso es que tiene que viajar a la Galia.

Cuando llega, después de un tortuoso viaje, y conocer personajes de lo más exóticos (Severino Flavio, el Sirio que habla todas las lenguas del mundo, Marcial quien es el único que conoce los verdaderos detalles de la misión, U. la goda que tiene visiones de un futuro tan lejano que son inútiles, pero que es capaz de ver el pasado reciente, lo que la hace muy útil para la expedición) llega finalmente a la Galia. Pero ahí le tienden una emboscada y lo apresa el traidor que está del lado del usurpador (ese que ya no me acuerdo como se llama). Mientras tanto su fiel sirivente, el brillante Marcio -una espcie de Esopo frustrado- cruza el Rin para salvar la vida, pero es apresado por unos bárbaros. Ahí, usando sus habilidades políticas, pacta con la tribu de godos de donde proviene U. (¡¡es que el nombre es tan divino, que no tuve corazón para cambiárselo por otro!!). Lo demás todavía no se me ocurre.

Bueno, si no escribo nada, por lo menos quedaré como Borges: inventaré sinopsis de churros fílmicos nunca rodados, de las que se puede servir libremente joligüd o HBO... ah! porque eso sí: tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para no imaginarme los escenarios more Coyoacanense de la serie Roma de HBO...

4 comentarios:

Daniel G.G. dijo...

Nomen meum est Macrobius, Macrobius septimus (porque cero no tenían, jeje)

Con el recorte quedó mucho mejor. Como dice el buen Josu: escribe también con la goma. La idea de un espía internacional en los úlimos días del Imperio me parece una maravilla para empezar; y muy necesitada de erudición, además. A ver qué tal (¿supino residual?) ;)

Itzel dijo...

Salve, salve! Recién desempacada estoy de Zacatecas y algo griposa pero encaminándome a un pronto alivio (así que sigo presta para el miércoles).
Su novela me parece genial y deseo que pronto distinga el camino que conduce a la siguiente aventura del audaz Valerio.

Fantasmagóricos saludos...

PS. Dígale a Daniel que agradezco las cursivas del "A ver"... Viera lo que yo sufro para explicar a mis editores que en este caso se escribe así y no "haber"...

quique ruiz dijo...

Yo la quiero leer.

Miriam Jerade dijo...

Ya quiero leer esa novela. Así es uno, compra y compra libros para lo que va a escribir, lee la mitad y escribe sobre otra cosa. Saludos.